Definiciones médicas, según la Real Academia Española de Locuras No Tratables
PERRI-MADRE: (Del latín taradus) fem. Dícese de la mujer que ha tomado como si fuera su propio hijo a una mascota, preferentemente canes. Los tratan como si fueran sangre de su sangre, les brindan un nombre y regularizan sus documentos. Suelen dormir con ellos en el mismo lecho, bañarse incluso en la misma bañera, le compran juguetes, vestidos y trajes especialmente confeccionados de última moda, los peinan, incluso cepillan sus dientes y hacen su manicura, los sacan a pasear en autos y suelen llevarlos a todos lados (nunca los pueden dejar solos); en los peores casos, algunas perri-madres les dan un lugar en la mesa a la hora de la comida a sus perri-hijos, festejan sus cumpleaños y los llevan al psicólogo de canes para curar su comportamiento inapropiado.
PERRI-HIJO: (Del latín malcriadus) mas. Dícese de la mascota que se cree dueño y señor de la casa y hace cuanto se le antoja en el momento en que se le antoja y no para de recibir elogios y alabanzas por parte de su perri-madre. Su comportamiento usual es apropiarse de todos los espacios de la casa, es por ello que marca libremente su territorio en cuanto sillón, patas de sillas, mesas, camas y escritorios, inodoro, videt, cortinas, pared, puerta, bicicleta, abuela, y pierna de desconocidos se cruce en su camino. El perri-hijo siempre es tratado como si fuera un bebé, por ese motivo siempre es alzado por su madre y tías; además se le festeja cuanta payasada aquél haga, retratándose todo momento con una imagen fotográfica: el perri-hijo rascándose, el perri-hijo lamiéndose la patita, el perri-hijo haciendo caca, el perri-hijo durmiendo en la almohada, etc. En los peores casos, estos especímenes llegan a interrumpir el coito marital metiéndose en la cama de su perri-madre.
PERRI-HIJO-LAMEDERUS: (Del latín linguitis) f. y m. Algunas mascotas suelen desarrollar un vicio particularmente extraño cuando se encuentran cursando esta enfermedad. Dicho es el caso de los perri-hijos-lamederus, constituyendo su característica principal un impulso incontrolado de lamer. Llegan a desarrollar su lengua un 70% más que las mascotas normales. El vicio consiste en lamer todo tipo de superficies, llegando a relacionarse con las personas, otros animales y las cosas por medio de su lengua. Así, estudios realizados han demostrado que existen en el mundo cerca de 200.074 denuncias de personas que han recibido un ataque de los perri-hijos-lamederus. Esta extraña anomalía de la que se poseen pocos datos, se encuentra actualmente en estudio por la Association of Dog Medicine Foundation of United States. A continuación se transcribe un testimonio de una denunciante anónima:
"Me encontraba en una reunión de amigas en la que celebrábamos un cumpleaños. Varias de mis amigas habían llevado a sus hijos, Camila de 6 años, Eduardo de 3 y Sabrina de 9 meses. La reunión se desarrollaba con normalidad hasta que llego Patricia -una clásica perri-madre, junto con su perri-hijo "Manchita". Y a partir de allí se desencadenaron una serie de incidentes desafortunados. Manchita no dejaba de perseguir y lamer los pañales de Sabrina que estaba gateando, no conforme con ello empezó a lamer los juguetes de los demás niños. Luego, su madre lo alzó y lo sentó en su falda a la mesa, yo me encontraba al lado... En un momento de distracción recibí el ataque, cuando me encontraba dispuesta a comer un canapé Manchita pasó su lengua por toda mi boca hasta la campanilla. Fue horrible, después de eso no pude volver a comer canapés sin padecer vómitos."
ADVERTENCIA
Se advierte a la población acerca de este virus, protéjanse porque es muy contagioso.
